sábado, 4 de diciembre de 2010

" EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO. "

Que el Señor es compasivo y misericordioso, de eso estoy completamente seguro. Cada vez que acudo a Él me lo demuestra tiene compasión y misericordia; sobre todo de las personas que más sufren y más solas están y les da favoritismos con su amor tan grande e infinito. Conozco muchas personas desoladas que viven con un humilde sueldo, con su mujer de casa de familia, con unos hijos que darle de comer diariamente, y últimamente en los tiempos que corremos, a veces les llega lo que gana para pagar solamente el alquiler de la vivienda donde viven. Pero en las parroquias tenemos el primer domingo de mes, donde la colecta se dedica para repartirla entre estas personas que no les alcanza para vivir holgadamente, para comprar alimentos y víveres para poder alimentar en condiciones a sus hijos menores. Y aquí media el Señor, por ejemplo yo sé de una familia que está atravesándolo mal. Y yo los domingos primeros de mes, me parece que obro bien en mi conciencia que es la que me dicta y me guía la mano de Dios, no echo un euro o dos en la colecta de la parroquia; sino que me voy al supermercado y posiblemente esté muy mal que lo refiera, pero me gasto mucho más que la cantidad que probablemente podría haber echado de limosna en la colecta de la parroquia. Porque compro de todo un poco cuando me doy cuenta son a lo mejor más de 20€ y algunas veces más. Pero los pago tan gustoso porque sé que se los voy a dar en víveres a unos niños que sé que le van a provechar en alimento en unos dos o tres días. Lo que en caritas no sé qué clase de reparto hacen. Aunque imagino que lo deben de hacer bien, pero son muchas las personas que recurren a la parroquia a la ayuda de caritas. Y a mí me queda mejor sabor de boca, sabiendo que mi bolsillo ha contribuido a una buena obra social, que como creyente e hijo de Dios me corresponde y tengo la obligación de hacer. Porque sé que el Señor es compasivo y misericordioso y me lo recompensará por otro lado por ejemplo en salud, que eso no se compra con todo el oro del mundo, y además muchos de nosotros no sabemos apreciarla cuando la tenemos, hasta que en la vida nos llegan las enfermedades. Que estoy seguro que son producidas por el hombre por los aires que respiramos envenenados por los coches tóxicamente por los vapores que echan las fábricas por esa enormes chimeneas y por los cementerios nucleares que tenemos contaminando nuestros pueblos y ciudades y que Dios nunca hubiera permitido destruir la capa de ozono del planeta tierra, y que solo el hombre ha sido el promotor de esa destrucción de la atmosfera. De ahí a que haya tantas enfermedades y mueran tantas personas antes de tiempo. La destrucción del hombre con la siembra de tabaco y la crianza de alcohol destruyendo pulmones e hígados humanos. Eso no lo hace Dios ni La Santísima Virgen María, ya que son compasivos y misericordiosos. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.