sábado, 7 de mayo de 2016

EL VOLVER A LA SOLEDAD.

Es triste y penoso el volver a la soledad después de haberte encontrado con tus íntimos. El motivo de esta misiva es porque estoy muy apenado después de tres años de convivencia con mi hermana, la que se había divorciado de su marido y se vino a mi casa a convivir conmigo, con su hermano que vivía solo, ella con un trabajo que tiene y un buen sueldo bien remunerado. Y ahora al cabo de los tres años se ha querido independizar y vivir sola. No os quiero ni contar como me ha dejado a mí después de haberse enriquecido por no tener que pagar casa ni alquiler el sueldo le quedaba integro, tan solo gastaba lo cotidiano; comida y gastos de la casa insignificantes. Compro hasta una televisión porque decía que la mía estaba anticuada y no era de plasma y ahora al cabo de los tres años coge y me deja tirado como una colilla al suelo. Cada día compruebo que la vida es muy injusta y sobre todo si se trata de familia. La familia es la primera que te da los palos en este caso mi hermana me ha destrozado todo ya que yo creía en ella y ella en mí. Pero dejémonos de insignificancias y de dinero, ya es la soledad con la que voy a tener que convivir de nuevo, una soledad que no se la deseo ni al peor de mis enemigos. La soledad es muy triste el no tener con quién hablar. Cuantos palos nos da la vida al cabo de la vida y este es uno de ellos, a8unque nadie se muere por nadie pero a mí me ha dado un gran palo esta ruptura sin venir a cuento. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.