viernes, 24 de diciembre de 2010

" EL NIÑO JESÚS TIENE QUE CASTIGAR A MUCHOS. "

Ese Niño Jesús que conmemoramos su Nacimiento hoy día 24 de diciembre tiene que mandar muchos castigos a Sevilla. En primer lugar castigará a un señor que hace política de derechas, para colocarse en el ayuntamiento hispalense, tirando por tierra la política que hacen los políticos que están ahora mismo gobernando; que según él todo lo hacen mal. También tiene que castigar a la jerarquía católica y a todo su clero a excepción de algunos sacerdotes que ni siquiera tiene el gusto de conocer el prelado, ya que son tan buenos que no van a molestarlo. Y viven como reyes, en esta noche que fue la que Dios escogió para nacer como el ser más humilde de la tierra, naciendo en un pesebre, bajo el calor del vaho de una mula y un buey. Mientras ellos empezando por el prelado serán servidos a mesa y mantel por serviles y lacayas que serán monjas, que las humillará y las pondrá a su servicio haciéndolas de esclavas para que le sirva la comida. También tiene que castigar a un diario sevillano que comulga con todas las cosas antes expuestas y castiga a los pobres y ensalza a los esquiroles. Por culpa de un director que fue un pobre empleado del mencionado diario y hoy se cree que es el dueño de Sevilla, machacando a los políticos de izquierda. También castigará el Niño Jesús a todo sevillano que se ponga morado de comer, sabiendo que hay personas que hay en el mundo que pasan hambre, y han dejado las pescaderías vacías de mariscos y moluscos y de los mejores manjares, para ellos saborearlos. Y está noche cuando la iglesia conmemoré la misa de que el Niño nace, habrá en las puertas de ellas pasando frío personas pidiendo limosna y no les darán nada. Serán castigados también, quién al comer en esa cena no se haya acordado de los enfermos, de los que sufrimos por cualquier causa bien por soledad, bien porque estemos enfadados, porque exista esta celebración feliz para unos y para otros no. Cuando todos somos imagen y semejanza de ese Niño que nace esta noche y que tanto nos quiere y nos ama a todos por igual. Y que en el mundo hay unas preferencias para unos y para otros no. Pero prefiero parecerme a ese Niño y tener una noche fría sin calor, tener calor de vaho de una mula y un buey como la tuvo Él, para sentirme humilde solo con mi madre como le paso a ÉL, en esa noche sin calor tan solo de los pastores porque los busco un ángel, que acudieran adorar a un Niño que iba a ser Nuestro Salvador y que nos quiere muchísimo igual que su bendita Madre La Virgen María, la más pobre y humilde de Nazaret. No voy a ir a besar a ese Niño a la misa de la iglesia, que la llaman “del Gallo”. Pero lo besaré en mi casa, que para eso lo tengo también. Porque no voy a escuchar un sermón de un cura que se ha hartado de manjares y de buenos vinos, antes de darme a besar el Niño. La Iglesia tiene mucha culpa de que yo escriba estas cosas y será castigada también, por ese Niño y todas las beatas que organizan esa misa y que invitan al cura a su casa a comer sus mejores manjares. Y luego no dan al pobre la limosna, ni lo entran en su casa a comer, al cura sí pero al pobre y desgraciado a ese no. Cuando representa a ese Niño más que el cura, por su pobreza y humildad. Y Dios nos quiere humildes y con compasión de nuestros hermanos. El Niño castigará todas estas cosas. Y también castigará a los que no practiquen esta noche el amor fraterno. Cosa que los católicos comulgaran y se hartarán después en sus casas de cava y después se a costarán y estoy seguro que harán el acto sexual, me parece muy bien cada uno es libre. Pero que no comulguen con ruedas de molinos. Empezando por la jerarquía eclesiástica. Dios y el Niño Jesús os maldecirán mal nacidos, odio al catolicismo promulgado por la iglesia que se lo ha inventado. Y no lo que Dios dijo en sus Evangelios. “Venid a mí los afligidos y los pobres de Espíritu que yo os acogeré con los brazos abiertos”. Eso lo dijo el Señor. Pero no lo dice la Iglesia, que vayamos. El obispo no, nos acoge con los brazos abiertos, hay que arrodillarse ante él, pues no. Porque muchos de tus sacerdotes celebran la Eucaristía y no se arrodillan ante Dios. Y nunca se les ve rezando en la morada de Dios, que es él Sagrario. En sus sermones nos dicen que no dejemos a Dios solo un jueves Santo. Pero ellos se van a la calle a celebrarlo con un compadreo para que los inviten. Y como eso montones de cosas que nunca callaré, para que os enteréis. Como hago con la derecha franquista, seréis castigados cuando menos lo penséis, porque lleváis el demonio dentro. Con el poder del dinero. Y no os compadecéis de los pobres. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.