miércoles, 27 de abril de 2011

" SORIA CAMPOS EL CANÓNIGO DE LAS COFRADÍAS. "

El canónigo Soria Campos es la mano derecha del prelado sevillano. Además lleva la representación de la Iglesia en las cofradías de Sevilla. Y además es párroco de La Parroquia del Mayor Dolor de la barriada de La Barzola, la cual me pertenece a mi vivienda. El buen canónigo me lo encontré el otro día por las calles de Sevilla. Sabe que mi madre murió el 22 de febrero. Mi madre amaba esa parroquia, tanto es así que le dieron hasta una hucha para que se la llevara a su casa cuando estaba buena para que todos los días echara un euro. Para arreglar el tejado y la pobre mía echaba todos los días su euro. La madre del canónigo quería mucho a mi madre y cuando la vio en una silla de ruedas se desvivía por ella. Y yo a esta señora no la vi más después de la muerte de mi madre. Y fui a la casa de Soria Campos para decirle a la madre que mi madre había a muerto. Y no me abrían la puerta. Se lo dije al hijo. Su respuesta fue malísima me dijo: que en su casa no se le abría la puerta a nadie. Para que nunca se pudiese decir que en casa de Soria Campos se había hablado bien o mal. Cosa que me aterrorizo muchísimo. Que en casa de un canónigo no se abre la puerta a nadie. Dios mío y si es alguien que va a pedir limosna o comida. Pero esto es la Iglesia de Sevilla. Por un momento reflexione y pensé que Dios no está en La Iglesia de Sevilla. Yo todos los días rezo pero en mi casa no pisare nunca más una Iglesia. Pienso que el Señor no entra en La Iglesia de Sevilla cuando los sacerdotes lo consagran todo es mentira. Creedme de verdad es vergonzoso que un canónigo diga eso. Yo está semana Santa pasada no he ido a nada de La Iglesia. Y había sacerdotes que sabían que estaba solo en mi casa. Y el Jueves Santo La Iglesia celebra el día del amor fraterno. Y nadie vino a visitarme. Solo hable con Dios y La Santísima Virgen en un rinconcito de mi casa. Les hice como un altarito y los venere. Yo goce con sus estampas y le encendí una lámpara de estas que venden en las tiendas Y disfrute, más que si hubiese ido a La Iglesia. Porque el Señor y La Santísima Virgen María estuvieron conmigo. Pero no quise ver a la hipocresía que me hubiesen dado un sobre para dar una limosna. Para La Conferencia Episcopal y toda la canalla que hay alrededor de La Iglesia, falsa e hipócrita. Y ahora para colmo con un obispo auxiliar que era el dueño de Cajasur el banco que tenía La Iglesia y que el Banco de España se lo han intervenido. La mentira de la mentira de La Iglesia. Se quedará sola con el tiempo y se lo merece. Será castigada por La Divina Providencia que es la que la va a juzgar. Yo escribo por medio de ELLA. Pero como dicen los teólogos a primera vista que son los que estudian la vida de La Iglesia. “Primo primi” que quiere decir el primer momento que hemos visto. Pero no, nos echamos para atrás. Porque el único juez es Dios. Y Dios tiene que hacerle justicia a la que dicen que es santa la iglesia, la vividora. Me encanta que este conmigo ahora dictándome posiblemente el demonio. Porque posiblemente algún sacerdote que lea este artículo piense que el demonio existe. Como me dijo uno una vez  un cura. Que todavía estoy esperando que me llame. Para decirme Manolo felicidades que es Jueves Santo y es el día del amor fraterno y yo te doy ese amor. No me llamo nadie. Quizás estuviese conmigo el demonio como dicen los curas piadosos. ¡Bendito el demonio que me acompaño! Por lo menos no estuve solo. Y ¡Bendita La Divina Providencia y La Santísima Virgen que también estuvieron el día del amor fraterno conmigo. No estuve solo sin que me abrieran las puertas la familia del canónigo Soria Campos. Curitas de Sevilla seguid así que tenéis el infierno ganado. Y los bolsillos llenos de dinero que los vais a dejar aquí. Por mucho coche que tengáis. También os pudriréis al morir bajo tierra Confesaros antes. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla