Es una lástima que en Sevilla exista un pregón de Semana Santa presidido por la autoridad eclesiástica. Todas autoridades civiles, militares y todos los estamentos habidos por haber.
Y se olviden todos los años los pregoneros de nombrar año tras año a los otros Cristos de Sevilla, que tenemos todos los días en las calles de Sevilla en las puertas de Las Iglesias y por las céntricas calles de la ciudad y que se les olvide al señor Fernando Cano- Romero de nombrarlos.
Nombrando el nombre de Dios el que los sacerdotes consagran en la mesa del altar para que los cofrades después. Los que van que son los mínimos a comer ese Pan.
Cuando tenemos a Sevilla que es una vergüenza con las personas que hay por las calles llenas de pobreza con carteles pidiendo limosna. Diciendo; por favor una limosna soy padre de tres hijos y no tengo para dar de comer a mis hijos y en las puertas de las Iglesias.
Y las enanitas ya afamadas que se ponen en la calle Tetuán con unas cestitas porque no tienen pensión. Señor Cano-Romero, esos son los verdaderos Cristos de Sevilla
Y no tanta hipocresía y falsedad como usted ha dicho en el teatro Maestranza, antes en el Lope de Vega y antes en el San Fernando, como todos los pregonero que le han precedido.
Esos son los verdaderos Cristos que usted tenía, que haber pregonado usted en su pregón. Estoy seguro que hubiese sido una alegría para la autoridad eclesiástica.
Aunque para sus colegas los cofrades un fracaso. Pero y el prelado dándole bendiciones para que esto se erradique en Sevilla y de una vez por todas no se vean personas a las puertas de sus Iglesias.
Sabe usted una cosa que conozco a un sacerdote que cada día reparte todo, el dinero que va cogiendo en sus manos. Y un día le dije padre ya está bien.
Y me contesto bueno ya Dios me lo dará por otro lado. Descuida que no lo pierdo. Pero ese pregón tan rebuscado que usted ha dado ¿no? Eso sí que es hipocresía eclesiástica.
Para que quiere una Imagen elogios sino entiende de eso. Pero los Cristos vivientes sí. Porque usted hubiese tocado la fibra de todos los que escuchaban el pregón y hubiesen quitado a las personas que están pidiendo a las puestas de nuestras Iglesias y de nuestras calles sevillanas
Que pasamos por el lado de ellos y si podemos le damos de lado. Ese sería el buen cofrade, el que quiere al prójimo como a sÍ mismo (Marcos12,29-31). Entonces esto ya no sería solamente la tierra de María Santísima.
Sería algo más que el Paraíso. Sería la Sevilla que da pregones para que las personas, se conciencie que hay Cristos vivos tirados por las calles. Esos son los verdaderos cristianos que dan su vida por sus hermanos los pobres, los afligidos, los que no tienen para comer. Eso es lo que quiere Dios y La Santísima Virgen María. Un año más el pregonero Don Fernando cano-Romero como sus antecesores pregoneros ha dado un pregón vano, que a Dios y a La Santísima Virgen no les ha gustado.
