jueves, 7 de abril de 2011

"AMARÁS A TÚ PRÓJIMO COMO A TI MISMO." (MRCOS 12,29-31)

Este es el segundo mandamiento de la ley de Dios. Pero no tengo más remedio que hacer una reflexión sobre él. Por los momentos de deshumanización que está viviendo la vida entre los hombres. Y que la primera que no lo lleva a la práctica es La Iglesia católica que dice ser la representante de Jesucristo en la tierra.



Sin embargo el nuevo Arzobispo Asenjo no hace nada más que atacar en sus cartas pastorales a todo aquél que se inclina por la religiosidad como la llevamos aquí en Sevilla. Sacando por nuestras calles a nuestros Cristos y a nuestras Vírgenes Dolorosas. Y ahora él no va a quitarnos eso de un plomazo de la noche a la mañana. Porque no pisemos las Iglesias. Eso es de Sevilla quiera él o no quiera



Este señor debería de preocuparse más por los ejemplos de sus sacerdotes que dejan mucho que desear. Y estamos todos lo que queremos a las cofradías calladitos



Y esto no es de humanidad bajo mi opinión. Lo siento por todos los que lean estos renglones. Pero creo que deben de respetarme. Pues estoy viviendo un camino hacía el Monte Calvario como el que vivió Cristo con la cruz acuestas. He hablado con sacerdotes y me han escuchado me han aconsejado y ya si te vi no me acuerdo.



Nunca más se preocupan de ti. Y he visto a otros sacerdotes que me conocen y ni siquiera me han hablado. Y eso no lo debe de hacer la Iglesia. Suplico al que lea esto por favor. Que haga lo que su conciencia le pida. Por supuesto que siga creyendo en nuestro creador Nuestro Señor Jesucristo Y La Santísima Virgen María.



Pero que la Iglesia no es digna de que sigamos pisándola y que nos sigan sacando el dinero. Para que unos señores vivan como reyes. Y no cumplan los mandamientos de La Ley de Dios. Y ni lleven a la práctica ni tan siquiera los evangelios.



Podemos creer en nuestras Imágenes. Pero no creer en los sacerdotes, no son dignos dicho sea de paso por la misma gente de su entorno. No sé si es que se lo enseñaran en el seminario a ser malignos. Porque de lo contrario no los comprendo cada día menos. Y las Iglesias cada día están más vacías.



Y acabaran quedándose solos. Porque con sus sermones en los pulpitos nos echan. Nos dicen que el Santísimo que ellos consagran en la Santa Misa, no puede estar solo en su morada del Sagrario. Pero si lo observamos ellos no entran. Terminan su misa y se van al bar a beberse una cerveza. Con su buen coche aparcado en la puerta de la Iglesia.



Y al final este rotulo de este artículo el discípulo Juan lo definió en las palabras que les dijo el mismo Jesucristo: “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO”(Juan 13,34). Cosa que nadie llevamos en los tiempos que corren a cabo todo está manipulado por el dinero no hay amor por ningún sitio. La vida está vana.



Estamos muchas personas que vivimos solos y no tenemos con quién hablar y nadie se preocupa de nosotros. Y vamos a La Iglesia a una misa de domingo por rutina y eso no es lo que Dios quiere. Las personas pasan de largo y no te dicen buenos días. Es una lástima. Las desuniones matrimoniales que hay cada día más.



Los malos tratos por parte de los maridos hacía la mujer vistos por los hijos. Los homosexuales criticados por la Iglesia. Cuando tienen minados los seminarios. Esto no lo quiere Dios. Tenemos que adorar a Dios y a La Santísima Virgen todos los que tenemos fe desde nuestras casas y no pisar las Iglesias.



Porque creo verdaderamente que Dios en mi opinión no se hace presente en La Eucaristía del Pan Y del Vino con dinero a los pies de la mesa del altar que antes han pasado pidiéndonos y sacudiéndonos los bolsillos. Para que la Iglesia viva como una reina. Como dice un salmo que se ha inventado la propia Iglesia.



Pero como se puede decir de una mujer tan humilde que me dice que es, en Navidad que nace de Ella un niño llamado Jesús que es el Mesías y será nuestro Salvador. Y a mitad del año me dice. Con un salmo: “Que a la derecha del Padre está sentada La Reina enjoyada”. Pero si la Virgen fue muy humilde y no quiere joyas.



Coma la Iglesia me la enjoya de piedras preciosas. Levantan falsos testimonios. Los teólogos a todo esto que estudian sobre lo relacionado con la vida de La Iglesia rápidamente lo nombran por el nombre de “Primo primi”. Pero rápidamente se arrepienten y retiran esas dos palabras que quieren decir en latín, el primer momento.



Y dicen que ellos no son jueces para enjuiciar. Que el único juez que hay en la vida y supremo de todo es Dios Nuestro Padre. Que pedirá cuentas y hará justicia. Nosotros no somos nadie para enjuiciar haya ellos. Pero a veces no podemos dejar pasar por alto las cosas y tenemos que enjuiciarlas aunque no seamos jueces.



Porque no somos tontos. Para que sigan riéndose de nosotros y del negocio que tiene montado La iglesia católica mundialmente. Cuando su máximo mandatario el Papa está cada dos por tres pidiendo perdón, por todas las injusticias que ha cometido la Iglesia al cabo de los siglos y que cada día salen más cosas a relucir.



Recordemos. La famosa inquisición, o la famosa guerra alemana Hitleriana de donde es procedente el Papa actual que cada vez que mataban a los judíos la Iglesia bendecía a los muertos. Esto no se puede tolerar más. Y hablan del aborto desde que el espermatozoide fecunda al ovulo, por favor que dicen que ya hay vida.



Y castigan la homosexualidad, una cosa que es de genética que no tiene culpa nadie. Solo Dios sabrá él por qué. No podemos seguir pisando las Iglesias. Y nos cobran por decir una misa a nuestros difuntos cuando eso debería de ser caritativo.



Y los prelados viviendo a cuerpo de rey en un palacio. Yo en mi opinión le rogaría a todo el que lea este artículo no pise las iglesias. Porque yo no las piso más. Lo siento. Pero dejan mucho que desear que un sacerdote no te salude, como a mí me ha pasado.



Y el señor Asenjo en contra de toda religiosidad sevillana. Es decir que va hacer bueno Al cardenal Amigo Vallejo que toleraba las cofradías y sus Imágenes para que Sevilla viviera la religiosidad aunque fuese en la calle.



Cosa que Asenjo dice en sus cartas pastorales que hay que ir a los cultos que si no. No eres miembro de la Iglesia. Cuando aquí en Sevilla queremos a nuestras Imágenes más que si fuésemos a La Iglesia a escuchar el sermón del cura. Con Sevilla creo que se equivoca usted señor Asenjo. Esto no es Sigüenza. Esto es Andalucía tierra de María Santísima. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.