martes, 17 de agosto de 2010

EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN.

No tengo temor a nada en esta vida ya que tengo la luz del Señor que es la luz de mi salvación. Cuando algo escribo siempre hay alguien que me dice ten cuidado con lo que escribes, pues te pueden meter en la cárcel y no tengo temor ninguno pues tengo la luz y la salvación del Señor, entonces no puedo tener temor de nada el señor me ha hecho libre, y EL es quien me guía por los caminos y senderos de la vida. No tengo que tener temor de nada ni de nadie pues tengo el amor de Dios. Ese Dios que estoy seguro que no me abandona nunca, aunque nunca me ponga un alba ni una sotana, para hablar de ÉL y de La Santísima Virgen María, que también vela por mí. Quién escribió los salmos que fue un grandioso profeta. El profeta David por inspiración de Dios escribió los salmos tan hermosos que todos nos vemos reflejados en casi todos ellos y que son ensalzados y cantados en las misas Yo no he estudiado teología por desgracia, pero me gusta leer libros religiosos donde me relatan las lecturas, salmos y Evangelios y todo lo relacionado con la vida de Cristo. A veces sin leer el salmo lo cojo al vuelo, pues son fuente de inspiración, son un cantico al Señor nuestro Redentor. Este salmo que encabeza esta misiva, si lo analizamos, nos dice la luz que nos destella Jesucristo y que no vemos diariamente, y que además esa luz será nuestra salvación cuando estemos en el reino de los cielos. Porque seremos salvados por Dios y coinciden con las escrituras y Evangelios, cuando llegue el fin del mundo; porque no nos olvidemos que todo tiene un principio y un fin, y el fin del mundo llegará, no sabemos cuándo pero llegará. Y dicen las escrituras que en el reino de los cielos no habrá enfermedades, todo será paz, alegría, armonía, amor reciproco y fraterno, por supuesto para todo el que quiera compartirlo. Dios no nos va a imponer eso, eso no lo tenemos que ganar en este mundo, dando ejemplo de buenos cristianos, haciendo el bien con nuestros hermanos, con los enfermos, con los necesitados, no ser avariciosos, recibir a Dios con la conciencia tranquila, y con eso tendremos el reino de los cielos ganado, y por supuesto orando y hablando con Dios y con La Santísima Virgen María Los que no hayamos cumplido con estas cosas en este mundo, por supuesto, que no se salvarán, por infinitamente bueno que es Dios, y aunque no lleve cuenta de los delitos, pero ÉL estoy seguro que habrá justicia para juzgar a aquellos que no cumplieron en la vida con sus hermanos, con los pobres, con los enfermos, con los hambrientos, con los humildes y con todos aquellos que no tienen consuelo por ninguna parte y lloran desconsolados y solos en un rincón, para que no los vean llorar, ni den lástima. Por eso debemos tener en cuenta; estos ejemplos y llevar a nuestro pensamiento<< Que el Señor es mi luz y mi salvación>>, por eso a quién temeré. Manuel Enríquez Becerra.