"TODO SE QUEDA AQUÍ."

Entre mis escritos y artículos quiero recordar haber escrito y comentado sobre este tema anteriormente. Pero una vez más vuelvo a insistir sobre el tema tan delicado. Estamos viviendo unos tiempos en el que el hombre quiere ser prepotente tener y acaparar más de lo debido para el sustento de la vida. Y eso no lo puede remediar el hombre el ser ambicioso. Y yo me pregunto: ¿para qué? Teniendo para vivir más o menos e ir tirando para qué es el hombre ambicioso y prepotente entre unos y otros. Y van a ver quién pude tener un euro más que otro. En cuestión de qué los padres se mueren y han estado toda la vida ahorrando para dejárselo a los hijos y luego los hijos se pelean por coger esas herencias. Y no nos vamos a llevar nada para la otra vida, que todo se queda aquí hasta la camisa, la chaqueta y el pantalón. Si morimos hoy en día en los hospitales y las enfermeras nos envuelven en una sábana y no cuidan ni de cerrarnos la boca. Que incluso la dejan para que los servicios funerarios te la cierren con silicona ¡es terrible! Si nos ponemos a pensar. Cuando todas las propiedades y todo el dinero de ambición y prepotencia se queda en la vida. Y nos hacemos daños los seres humanos los unos a los otros por el dinero las propiedades y la envidia que es el peor enemigo del hombre, el ser rencoroso y tener envidia. Y el dinero y las propiedades que tendrás que dejar en su día en la vida. Porque Dios no te dejará que te las lleves. Vengo observando que las familias cada vez están más distanciadas, e incluso familiares que no van a los funerales de sus seres queridos más allegados. Y estás personas que hacen estas cosas a Dios no se les olvidan, tanto es así que aquí en la vida se paga todo. Y cuando menos se lo esperan estas personas que han hecho daño los llama la ¡canina! Este mundo que nos ha tocado vivir lleva mal camino y todo lo trae la ambición, la prepotencia y el dinero maldito. Que al final de cuentas todo se queda aquí en la vida. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.