domingo, 18 de septiembre de 2011

" EL VERANO SE NOS VA. "

Ya se notan las temperaturas más bajas, aunque el verano se resiste a irse ya que la gente todavía acude a la playa. Pero el cambio de estación de verano a otoño no hay quién lo quite que termina y comienza el otoño el día 21 de septiembre. En las ciudades se palpa otro ambiente. Por las mañanas como el que los más pequeños acudan al colegio y haya tráfico más denso. Ya que la gente no se conciencia y no cogen el transporte público para ir a su trabajo, de ahí que haya bastantes retenciones mañaneras en la circulación. Atrás han quedado historias veraniegas como todos los años. Habrá muchos jóvenes que hayan conocido el amor y se hayan enamorado en las vacaciones, como en la bonita serie de televisión española que emitió hace ya años, llamada “verano azul”. Suele pasar siempre, no solamente el año que se emitió la serie. Ya que nos deambulamos por otros lugares de los frecuentes y tropezamos con el amor. Pero no nos preocupamos porque llegará otro verano en el 2.012 y tendremos otras historias. Con respecto al calor parece que se resiste a irse porque ya que siempre en verano tenemos a finales de septiembre ya en época otoñal, esa calor pegajosa llamada de la época en la que nacen los membrillos de ahí que se le llame el calor del membrillo. Pero es bueno que se vaya ya el verano. Ya que estamos renovados de una primavera anterior que todo lo cambia hasta al ser humano los niños dan su crecida. Y el hombre y la mujer se renuevan y después le llega la temporada estival de las vacaciones merecidas de todo un año de trabajo. Y en otoño a trabajar de nuevo para seguir subsistiendo que en los tiempos que corremos quién tiene un trabajo tiene un tesoro. Además dentro de nada llegan ilusiones nuevas, como salir a la calle más abrigado y con nuestro paraguas para no mojarnos de las lluvias otoñales e invernales. Nos llega también la fiesta de La Navidad que son fiestas entrañables, en las que recordamos todos los años que Nuestro Señor Jesucristo vino al mundo. Y festejamos la efeméride. La despedida y la entrada de año que acogemos con alegría con doce campanadas atragantándonos de doce uvas. En fin la vida es una noria que va dando vueltas y siempre tenemos acontecimientos unos son más alegres y otros menos. Pero siempre adelante con la cabeza bien alta y preparados para todo lo que nos de la vida tanto bueno como malo que de todo tiene esta viña del Señor. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla