Es un caso único lo que ocurre en Sevilla, beber en los bares en la calle y luego castigan a las botellonas que se hacen en las afueras de la ciudad por los jóvenes. Ahí tenemos el caso de los bares que existen en La Plaza del Salvador en la antigua bodeguita y en Santa Catalina en el tremendo que no tienen mesas y la gente bebe en plena calle sin que el ayuntamiento se manifieste al respecto, vasos por los suelos y en unas mesas a la altura de la cintura o poco más, pero sin asientos para sentarse ni camareros que te sirvan. Son cientos las personas que se arremolinan en La Plaza del Salvador digiriendo alcohol por un tubo e igual en Santa Catalina son tabernas antiguas que no tienen ni aseos en condiciones Por la noche más de uno y más de dos hace el pipi en los alrededores sobre una esquina y aquí no hay ningún alcalde que se oponga a beber en la calle. Porque una cosa es que se sienten en un velador en un bar con terraza. A que se beba como en las botellonas con bares sin higiene ninguna. Y hay que decir que estas botellonas están fomentadas por empresarios que hacen su agosto diario en medio de La Plaza del Salvador que la convierten en un salón de quinientos metros cuadrados. Suelo público que se apoderan de él, y el Consistorio no se pronuncia al respecto. Que entresijos habrá dentro de estos bares donde los sevillanos se arremolinan en plena calle bebiendo alcohol. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.
