lunes, 16 de mayo de 2011

"CRISTO NO BAJA A LA MESA DEL ALTAR A CONVERTIRSE DE PAN EN SU CUERPO."

Es imposible que Nuestro Señor Jesucristo baje a la mesa del altar de las iglesias. Y ustedes se preguntarán ¿Y por qué no? Pues yo saco mis conclusiones y en mi opinión no fallan. Primeramente empecemos por la alta jerarquía de la iglesia católica. Cómo va a bajar Jesucristo con la humildad que tiene. Y lo sencillo que era en la tierra, y lo que nos ama infinitamente. ¡Que a mí me lo demuestra tanto ÉL como La Santísima Virgen! Y ahora el Papa celebra una misa en un altar que no os quiero ni contar. Bueno todo el que lea este artículo ya lo ha visto. Vamos a quitar del medio los ornamentos que lleva el Papa y su sequito en una concelebración de una misa. Porque vaya zapatos que gasta el Papa, que deben de costar un buen dinero son de piel de animal no identificado. Pero como va a venir Cristo en la consagración del pan y del vino, para hacerse presente para alimento nuestro. Si el que lo está consagrando tiene una sortija de oro en las manos. Y coge un copón de plata para que venga Jesucristo. Y un cáliz de oro para que venga la sangre de Cristo. Pues tengo que deciros que no. Que el Señor es más humilde que eso. Que el Señor no puede bajar a la mesa del altar que se me olvidaba con un copón y un cáliz lleno de pedrería de piedras preciosas. Que la humildad de Dios no puede consentir bajar a metales de oro y piedras preciosas valoradas incalculablemente. Y con otro agravante que debajo de la mesa del altar hay una canastilla llena de dinero. Para los que lo consagran; el Señor no viene a la mesa del altar. Estoy segurísimo. La iglesia miente. No es santa, es embustera. Porque tienen a sus feligreses engañados. Y luego no llevan el Evangelio a la práctica. Y los obispos lo mismo, con un anillo de oro consagrando. Y cálices y copones de oro, plata y pedrería y la canasta del dinero debajo del altar ¿Cómo va a venir el Señor ante esos celebrantes? Llenos de oro y dinero. Sí Cristo es lo más humilde que puede haber en el mundo. ¡Y los sacerdotes! Que apagan el cigarrillo se revisten para decir la misa y las manos llenas de nicotina y consagran. Señor perdónalos porque no saben lo que hacen. ¡Si lo saben! Que cuando acaben de decir la misa le van a dar un estipendio por lo menos de 20 euros. Porque la misa seguro que es por un difunto. La iglesia católica es la más hipócrita de todas las religiones. Nada más que tiene afán de dinero. ¿Cómo puede coger un sacerdote la Ostia que dice haber consagrado él con las manos apestando a nicotina. Y si la misa es de difunto recién muerto y hay mucha gente le dice al sacristán que pase la canastilla. Aunque no sea día festivo. Pero como hay mucha gente puede hacer una buena colecta para él. Yo no comulgo con ruedas de molinos, que es lo que la iglesia quiere que yo crea. Pero todo por economía. Estamos de acuerdo que ayudan a los pobres. ¿Pero de qué forma? Si antes de ayudarles le sacan hasta el padrón y el carnet de identidad. Porque no se creen que son pobres y humildes los que van a pedir o un desgraciado que tiene que recurrir a la iglesia para que le ayuden porque no tiene trabajo. ¿Y cómo le ayudan?, con una miseria porque le dicen que las colectas han bajado y no tienen dinero para todos los pobres. Pero donde se ha visto que un Papa en nada de tiempo haga a otro Papa medio santo? Pero quién son estos hombres, con lo de moribundos, gente enferma, gente humilde, gente que no tiene donde dormir. Y se entretienen en hacerse santos ellos mismos. Venga hombre con el cuento. Yo desde este artículo a todo el que lo lea le pediría que haga examen de conciencia, y vea la falsedad de la iglesia católica que lo que quiere es dinero. Y los obispos viajan a ver al Papa en avión. Y los feligreses cuando son invitados al Vaticano para algún evento de ellos. Tienen que ir en autobús un viaje largo y costeado por cada uno. Pero el viaje de los obispos se hace una colecta para que los prelados se paguen el avión. Es que ellos son dioses. Pues yo que lo sepan que no piso más una iglesia, hasta que no me lleven con los pies por delante. O quizás deje dicho en mi testamento que no me hagan funeral. Como hizo Marcelino Camacho, que era un hombre bueno. En fin no dejaros engañar por vividores que dicen ser representar de Cristo. Y los hay que están millonarios. Y pobres en la miseria, ¿eso es ser representante de Cristo? Venga hombre con el cuento de la jaba que nunca se acaba. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.