martes, 12 de julio de 2016

VIVIR EN UN SIN VIVIR.

Desgraciadamente hay familias que viven en un sin vivir. Yo he pasado por ello y no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Y me estoy refiriendo a tener una enfermedad de esas raras en la que vives en incertidumbre de que pasará mañana. En esta vida estamos para lo que Dios quiera, pero que no nos toquen la salud, y no tengamos que vivir pendientes de una máquina como viven los enfermos de diálisis, o los enfermos que viven poniéndose una quimioterapia porque tienen cáncer y a veces la quimioterapia no termina de exterminar la enfermedad, y ahí están los enfermos luchando para salir adelante. Yo sé lo que es una enfermedad de esas ya que mi hermana murió de cáncer y lo pasamos toda la familia muy mal Cuando a mi hermana se le metió la metástasis, en los huesos y se oían los gritos de mi hermana por toda la manzana donde vivíamos. Eso es vivir en un sin vivir que desgraciadamente no debiera de ocurrir, pero ocurre y en quién menos te lo piensas y en cualquier momento llega la terrible enfermedad. Que bajo mi opinión es peor que si te murieras de pronto y todo se acabara. Vivir en un sin vivir es lo peor que le puede pasar a una persona que tiene una enfermedad de por vida, sufre la persona, pero donde me dejas las personas que conviven el día a día con ese enfermo o enferma. Vives que yo lo he pasado en una incertidumbre que no se puede explicar. Eso se queda para la familia que le toca. Se cogen depresiones y todo se ve negro. Que nos recoja Dios antes por lo menos en lo que a mí respecta, para no sufrir. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.