Este título de este artículo viene como anillo al dedo dentro de la archidiócesis de Sevilla. Porque sabemos los jóvenes y los no jóvenes que los primeros que no dan testimonio de fe es el clero de la iglesia de Sevilla empezando por su arzobispo; que sale en grandes dimensiones en los medios de comunicación que especulan con la iglesia dejándose besar el anillo por el Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Y el obispo sonriente de ello como si el señor Arenas fuese un bellaco para el obispo Asenjo. Me dio vergüenza ajena ver la fotografía sonriente del obispo Asenjo creyendo que tiene bellacos a su alrededor. Y por otra parte decir también que las iglesias están llenas de beatas que o son solteras o son viudas que se refugian en el clero cuando para tener fe y creer en Dios no hace falta ser bellaco del obispo Asenjo. También reseñar que cada día vemos menos jóvenes en las iglesias y hombres tampoco es decir incluso cuando alguien muere; sobre todo en los pueblos y van a dar el pésame a la familia de la persona difunta sobre todo los hombres esperan que den el responso y la misa funeral en los aledaños dee la iglesia donde se celebre el funeral. Lo que ocurre es que la iglesia se ve cada día más sola y tiene que inventar algo para atraer como en este caso el año de la fe. Pero si para tener fe no existe ningún año en concreto. Lo que ocurre es que la iglesia tiene que inventarse algo para llamar la atención, pero ni por esas lo conseguirán. A no ser que los obispos se encomienden a Rajoy para que les eche un cable. Y Rajoy diga que no habrá recortes para todo el que apoye a todo lo que huela a clérigos. Porque de lo contrario aquí en España la iglesia lo tiene bastante complicado. Y todo proviene del daño que hacen los sacerdotes a personas que somos a imagen y semejanza de Cristo, lo que ellos no lo son. Para mí son vividores con buenos coches y buenas viviendas sacadas de las colectas extraordinarias que hacen que dicen que son para unas actividades y luego entran todas a disposición de los arzobispados e obispados. Que viven como príncipes; (además los llaman príncipes de la iglesia para más inri). Yo mientras pueda no quiero saber nada del clero y tengo mi fe propia. La que mis padres me inculcaron y no la que me quieren imponer la iglesia. Mientras hagas el bien en el mundo eres hijo de Nuestro Señor Jesucristo y de La Santa Virgen. Que cada día me demuestran más que hay que creer en ellos y no en el clero que todo lo que promulgan es falso. Pero serán castigados por tener tendencias de derecha y dan de lado a la sociedad de izquierdas. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.
