domingo, 27 de abril de 2014

CUANDO PASAMOS DE LOS CINCUENTA.

Cuando llegamos a los cincuenta e incluso pasamos hasta lo cincuenta y cinco, como es mi caso ya empiezan los achaques de los males y es que el tiempo no perdona y el desgaste físico también llega. Pero con el agravante de que es cuando más necesitamos la salud, pero el cuerpo es frágil y cada vez se gasta más. Yo llevo una temporada con unos dolores de piernas que cada día me duelen más y necesito más reposo. ¿Con lo que a mí me gustaba estar en la calle? y salir a todas horas ahora se me hace cada vez más cuesta arriba, y el cuerpo me pide descanso, sobre todo por los dolores de piernas que se me han dejado caer de un año para acá. Y sé que tengo que mirar por ello y descansar lo suficiente para que mi salud no peligre cada día más, verdaderamente nos tenemos que cuidar lo suficiente si queremos vivir bastante, aunque algunas veces también pienso que para que queremos vivir tanto, porque en esta vida que nos ha tocado vivir se sufre, y entonces se uniría la gana de vivir con el masoquismo. Verdaderamente en la vida se está hasta que Dios quiera, pero con salud, y no con dolores y sufrimiento, aunque la vida es así con su cara y su cruz. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.