La palabra recortes jamás la olvidaremos. Una palabra inventada por el que fuese en su día Presidente del Gobierno el Sr. Rajoy y su equipo de Gobierno. Tenemos recortes ya por todos lados, vas a tomar una cerveza medio vaso de espuma, la cerveza recortada, las balanzas de las fruterías que me he fijado muy bien dos o tres rayitas más de adelantadas al cero, otro recorte en el peso de los alimentos. Vas al cajero automático a retirar dinero y no tiene billetes nada más que de 50€ el cajero con solo una clase de billetes también recortado. Quién iba a decirle a los recortes de hacer las ostias de misa que iba hacer tan famoso su nombre de recorte. Si sí esos que venden las monjas en los conventos para que los niños se los coman como chuche ya que no sirven para otra, nada más que para ser chuche. Evidentemente los recortes no tienen ningún valor, tanto es así que es quitarte algo que tienes. Pero porque no se los quitan los que recortan de sus sueldos. Estoy seguro que en sus vidas no hay recortes por ser vos quién sois y por estar sentados en el banco azul de la Cámara baja de la calle de La Carrera de San Jerónimo de Madrid. Menos mal que quedan sillones vacios del hemiciclo antes reseñado y es que se han recortado hasta ministerios es decir que se han juntado asuntos sociales con trabajo y así sucesivamente. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.
