martes, 2 de agosto de 2011

""LAS VACACIONES""

Siempre el trabajador y toda persona humana ha tenido derecho a tener un tiempo de desconectarse del trabajo. O de lo que esté haciendo durante el año lleno de monotonía. Pues para eso existen las vacaciones para desconectarse de la monotonía y el cuerpo tenga su debido tiempo de descanso. Pero todos los años por desgracia las vacaciones son para que mueran cientos de personas en las carreteras, es increíble que todos los años el tiempo vacacional se cobre tantas vidas humanas en nuestras carreteras. Mira que la Dirección General de Tráfico, se preocupa de poner anuncios televisivos y señalizaciones de velocidad. Pero por lo que se ve no sirve de nada. Muchas gentes se montan en los vehículos a lo loco y no miran estas cosas. Y existen los accidentes que tantas vidas se cobra, todos los años la carretera. Yo no me lo explico cómo se puede correr más de lo establecido, ya que lo importante de la circulación en carretera es llegar. No llegar antes para que no se llegue nunca. Desgraciadamente el hombre es el animal que tropieza siempre con la misma piedra por muchos consejos que se le den. Pero que esté uno en la vida que solo se vive tan solo una vez e irte de la vida por causa de un accidente de carretera. Ya lo decía Perlita de Huelva. Precaución amigo conductor la senda es peligrosa. Y muchos anuncios televisivos pagados todos los años por los Gobiernos, pero no hay forma de frenar el que las personas pierdan sus vidas. En mi opinión todo el que crea que no está capacitado para ponerse delante de un volante que no lo haga. Por montones de motivos bien por cansancio y se pueda quedar dormido. O porque se beba alcohol en exceso. El haber digerido alcohol en sangre nos quita reflejos, que no creemos que eso vaya a ocurrir pero las neuronas no funcionan lo mismo. Eso es así y no tiene vuelta de hoja. Así que tomemos buena nota y pongámonos delante de un volante si estamos capacitados para ello. Si no, más vale que nos quedemos en casa o usemos otro medio de locomoción. Porque para morir siempre hay tiempo. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla