LOS ENFADOS.

Enfadarse en mi opinión no tiene sentido, porque en la vida vamos a estar como el otro que dice tres días. Para qué enfadarse, para llevarnos un disgusto, y luego te queda un mal sabor de boca y te arrepientes de haberte enfadado. Por eso hay que mirar y pensar antes de enfadarnos con la cabeza bien alta, para no tener después que arrepentirnos. Los enfados no sirven de nada, ni para nada, para qué enfadarnos. Tenemos que llevarnos bien los unos con los otros, tanto familiares cómo amistades. Uno cuando se enfada después está deseando de hacer las paces con la persona que se enfado. Entonces para que enfadarnos. Pero los seres humanos tropezamos y chocamos los unos con los otros a veces por tonterías, a veces por cosas inútiles. Así que enfadarse no sirve para nada. Por el bien de todos llevémonos bien los unos con los otros. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla.