martes, 24 de julio de 2012

NUEVA LEY DE ABORTO.



Ya está el Gobierno de Rajoy haciendo de las suyas y amparando a la iglesia católica. Que es de lo qué se trata. De que desaparezca la ley del aborto. Al Ministro de Justicia don Alberto Ruiz Gallardón se le ve el plumero comulgando con ruedas de molinos en lo que respecta a la ley del aborto. Un feto no es un niño porque todavía no está formado su cuerpo, y eso ocurre a las 14 semanas de un embarazo. Y a las 22 semanas ya se ve si ese feto trae al mundo alguna malformación genética y puede ser un niño sano o un niño que está en el mundo pasándolo mal. Y para eso en mi opinión mejor abortar la madre. Pero la iglesia no quiere eso. Quiere personas subnormales en el mundo para que se compadezcan de esos niños. Señor Presidente de la Conferencia Episcopal cardenal Rouco Varela, que no llevan ustedes razón. Que un feto se puede abortar si no va hacer un niño deseado. Y a las 22 semanas también se puede abortar si el niño trae alguna enfermedad. Lo diga la iglesia católica o quién lo diga. Yo estoy a favor de la vida, por supuesto que lo estoy. Pero no estoy con un niño que ha venido al mundo a sufrir. Eso no hay derecho señor Ruiz Gallardón y no quiera usted ponerse a favor de la iglesia católica que es la que desea que existan esas cosas. Ya que están ustedes con los recortes ¿Saben ustedes que un niño con malformación al nacer eso le cuesta mucho dinero al estado español? En primer lugar una pensión, y en segundo lugar gastos farmacéuticos por un tubo. Así que aplíquese usted las leyes del señor Rajoy. Cómo también estoy de acuerdo que si una mujer quiere abortar a las 14 semanas lo veo lógico ya que no desea a ese niño cuando nazca. Y también es evidente que aparte de la malformación del niño la madre corra peligro de muerte, también debe de abortar. Y a la iglesia le digo que no es la que gobierna en España. Que se dedique ella a dar ejemplo antes que llevarnos a la cola de todos los países que llevan a rajatabla las leyes abortistas. Y que se metan más los curas en los confesionarios y no estén antes de la misa tomando una cerveza en un bar. Que la iglesia católica española deja mucho que desear. Y decir también que los sacerdotes no practican la caridad. Solo quieren el dinero para ellos y mientras más mejor. Yo los he visto pasar por el lado de pobreza y no sacudir el bolsillo. Menos cerveza y jamón y más caridad con los demás. El otro día hablando con un amigo me decía que los curas son personas y que actúan tal cual. Pero que les den dinero a ellos en los cepillos, eso sí. Venga hombre que ya hemos calado al clero. Manuel Enríquez Becerra. Sevilla